Suspenso en respeto

La norma hace el hábito. Cierto como un templo. De hecho hoy normalizamos todo. Necesitamos que una ley nos obligue a respetar los pulmones ajenos, nos impida aparcar en la entrada de un hospital, que nos obligue a regular nuestros ruidos…

Poco a poco vamos eliminando el espacio propio del sentido común. O hay norma o libre albedrío.

Tal vez en las escuelas debería ser evaluable una asignatura que se llamase así: “Área del respeto”, con el mismo peso o más que la materia de matemáticas, la de lengua… ¿Si no hay asignatura no debe aprenderse? Eso es lo que debe de pensar alguno de nuestros adolescentes.

La profesión de educadores es inexacta. Surgen conflictos docente-discente biunívocos. Resolverlos eficazmente, implica colaboración, buenas intenciones y sobre todo respeto. Mucho respeto mutuo.

Un profesor vocacional, como es nuestro caso, se implica a veces más de la cuenta en el proceso enseñanza del pupilo o pupila en cuestión, y ahora hablo de un caso concreto. Hace propias las dificultades del alumno o alumna, se pone en su piel para ver qué está fallando, por qué no se asimilan determinados conceptos…

Y se cae en el error de creer que nuestro adolescente imprime en su labor de aprendizaje, tanto como nosotros en nuestra labor de enseñanza.

Y en el momento más insospechado, el pupilo o pupila, espeta un gesto despectivo, destapa su verdadero rostro y se hace evidente que el único guerrero en el campo de batalla es el maestro. Hace tiempo que se quedó solo luchando por la formación del futuro adulto, que jamás entendió el concepto del respeto hacia el trabajo ajeno.

Al Cristo dormido

¡¡Calla!! Mi Cristo yacente no sabe que va muerto

y un golpe de corneta lo despierta.

Camina lento, sudoroso, rasgando el aire y abriendo en su mirada una estela de luz y de esperanza.

Aquí no se detiene el cristo para escuchar la saeta, aquí sólo el cielo clama en el silencio;

Pies descalzos, cirios encendidos, tu cruz y la mía van juntas calle abajo.

Su madre, la vera cruz, lo acompaña en platerías, marchan los dos entre cascadas de  murmullos, y mis ojos se pasman de tanta belleza.

El ritmo de los tambores conectan con los latidos de mi corazón y siento una paz infinita.

Ancha, rancia y sobria es mi Castilla

serena y dolorida camina erguida y enlutada, sintiendo en Santa Cruz el momento esplendoroso del encuentro y mi cristo yacente vuelve a su urna de plata a conectar sus sueños con los míos, y a dormitar hasta la madrugada.

Torero

        Cuando veo nacer la luz cada mañana, quisiera montar en una gaviota e ir junto a ti, pero ya no estás y de nada sirve que vuele a ninguna parte. Es, entonces, cuando quiero irme también yo, y, así, estar en el más absoluto olvido junto a ti… para siempre.

Mi querencia no es posible, así que visto mi traje de luces, pinto el rostro con una enorme sonrisa, dibujo valentía en el corazón y, poniéndome la montera, bajo al ruedo mundano a lidiar la vida que, a cada esquina, me clava un pitón.

Resisto los envites con mi capote amarillo y rosa; si el miedo me ciñe, corro al burladero en busca de refugio. Ella no se va, espera paciente a que yo vuelva a salir; con pasos cortos la encaro, entre chicuelinas y verónicas estampo el coraje que no tengo porque un día partió contigo para nunca regresar.

Sol y sombra, pasodobles, aplausos y pañuelos blancos arropan mi faena y, si el público premia mi arte, miro al cielo brindándote este trabajo que, entre sudor y sangre, conseguí con tu recuerdo.

Dedicado a mi hermano Santiago.

Siempre tú

Siempre tú…

         Han pasado tantas primaveras desde entonces, que vagamente recuerdo en qué episodio te instalaste en mi vida para no irte jamás; a estas alturas, pienso que ni el abismo de la muerte puede concluir nuestra amistad.

Esta certeza me hace caminar segura de que eres como el amanecer de cada día, nunca fallas. Ahí estás apostada con los ojos verdes transparentes, esperando que la vida sorprenda esa sensibilidad macerada de dulzura y aderezada con la estabilidad que emanan tus poros.

Siempre tú…

Nuestros surcos de hiel y jazmín han enraizado juntos y así, hemos visto germinar las semillas que plantamos hace muchos años entre lágrimas y sonrisas, entre sueños y decepciones.

Hoy, cuando las canas pintan nuestras sienes, unidas las mareas de esta vida, que a veces vivimos a trompicones, nuestras manos de la amistad permanecen entrelazadas.

Siempre tú…

Y es hora de dedicarte mis letras torcidas… Eres un eco en mis tiempos desdoblados, la nobleza hecha en piel de mujer, la fidelidad del alba, cuando a veces creo que no amanecerá la luz en los plieges de quienes te rodeamos, ahí estás… siempre tú……MAGENA … mi amiga, GRACIAS.

Y si la luz del alba no brillase para mí, te aguardaré peinando el aire de tus suspiros y trazándote el camino de ida, para seguir mano con mano hasta la misma puerta del Cielo donde, siempre tú, mereces habitar.

JUSTA  CAÑIBANO

Carta a los padres

Estimadas familias:

Me dirijo a vosotros un año más para agradecer la confianza depositada en el Centro ENASIS y también para presentaros nuestra página Web que tenéis a vuestra disposición en www.enasis.com

Este era un viejo proyecto que hemos tardado en elaborar porque no es fácil retomar nuestros orígenes, donde la filosofía que dio origen al centro, en la actualidad, va evolucionando y adaptándose a las nuevas demandas  sociales.

En ella incluimos un servicio dedicado a nuestros alumnos, dónde cada profesor situará los ejercicios que crean convenientes y vuestros hijos podrán utilizar los beneficios que aporta aquello que se ha comprendido bien y que es necesario practicar.

Otro servicio muy interesante se refiere a la “Escuela de Padres virtual”, casi todos conocéis mi inquietud por los temas educativos y especialmente los relacionados con las conductas de padres e hijos en casa; podréis consultar todas las dudas que os surjan al respecto y  con mucho gusto trataré de atenderos aunque al principio debéis disculparme un poquito porque Dios no me dotó demasiado en el también trabajoso camino de la informática, no obstante, hago verdaderos esfuerzos por comprender rápido y adaptarme a los nuevas tecnologías; sí encontráis algún fallito, trataremos de subsanarlo.

También os invito a que entréis en el blog, podréis pasar un rato agradable; reflexiones personales o de cualquier índole, comentarios, valoraciones…tendrán aquí el espacio del que espero vuestras  aportaciones que no dudo, serán provechosas para todos.

Así mismo podréis conocer las salas dónde se desarrollan nuestras clases y la oferta educativa bien especificada. El centro dispone de especialistas para todas las materias, sabéis que para mí el Equipo ENASIS es un aval que cuido y mimo como el mayor activo, sin ninguna duda y gracias a todos ellos el trabajo día a día resulta aquí mucho más sencillo.

Por último aprovecho para recordaros que, durante el verano, el Centro permanecerá activo de 8 de la mañana a 10 de la noche y los profesores dispuestos para ayudar a vuestros hijos en el caso de que necesiten ayuda durante los meses estivales.

Por el momento nada más, os reitero mi agradecimiento y os espero en mi página Web www.enasis.com

Mi agradecimiento.

Un abrazo a todos.

Fdo: Justa Cañibano

La libertad

Cuando cortas una flor para ti,
comienzas a perderla…
porque marchitará en tus manos
y no se hará semilla
para otras primaveras.

Cuando aprisionas un pájaro para ti,
comienzas a perderlo…
Porque ya no cantará
para ti en el bosque
ni criará otros pichones
en su nido.

Cuando guardas tu dinero
comienzas a perderlo…
porque el dinero no vale por si,
sinó por lo que con él se puede hacer.

Cuando no arriesgas
tu libertad para tenerla,
comienzas a perderla…
porque la libertad que tienes se confirma
cuando decides y eliges.

Cuando no dejas partir a tu hijo hacía la vida, comienzas a perderlo…
porque nunca lo verás
volver a ti, libre y maduro.

Recuerda siempre: No existe precio
por la Libertad. Pero si, una bellísima
recompensa para quien la utiliza con
grandeza de alma …

Tener para siempre , junto a ti la Fidelidad de aquellos
que libres de los grillos ,… se complacen en
ser tus eternos admiradores !

“Quien Ama … Libera con la seguridad
de la vuelta espontánea al abrigo !”

Aprende en el camino, la vida…

La paradójica lección de la experiencia:

Siempre ganas lo que dejas

y pierdes lo que retienes…

Tu barca y mi puerto

Educar es lo mismo que ponerle un motor a una barca.

Educar es lo mismo que modelar con las manos la cera del alma.

Educar es pensar, pesar, medir, equilibrar, soñar, contar, cantar…

Todos los que nos dedicamos a este noble oficio, tenemos algo de marinos, escultores, trovadores, equilibristas, ingenuos, soñadores, poetas, piratas… porque estamos embarcados en el navío de la vida, donde van nuestros niños del alma, surcando mares, arribando puertos, caminando siempre hacia el horizonte más cercano, dejando ante el mundo la impronta de su ser y de su estar.

Barca blanca que enarbola su bandera rodeada de ángeles pequeños de ruidos y de fantasmas.

Niños grandes que sienten, piensan, hablan y aman.

Padres que miran, ojos que acarician las miradas y así mecidos por las olas y arrullados por el viento, llegarán lejos, muy lejos por el agua, hacia puertos distantes, hacia islas lejanas, soñando con descubrir la vida, su vida, el pedacito de cielo reservado para ellos en el abismo infinito del espacio.

Hoy mi recreo desde vuestro San Viator del alma, colegio ilustre donde los haya, os envío mi esperanza de soles y nieve, de sonrisas y llantos, de atardeceres y encantos, mecida en vuestra barca, enarbolando la verde bandera de vuestro canto.

Desde aquí, mi beso y agradecimiento, dejando en vosotros, la huella precisa y esperando acompañaros siempre, vestida con la risa de vuestra intensa y balsámica palabra.

Entrenamiento y decisión

“El hombre se descubre cuando se mide con el obstáculo”
Antoine de Saint-Exupery

Recuerdo perfectamente a unos padres que organizaban las horas de estudio de su hijo hasta el detalle, le racionaban el tiempo libre con criterios muy estrictos –aunque sacaba buenas notas–, visitaban a los profesores con inusitada frecuencia, e intervenían en todo lo que el chico pudiera hacer o decir.

Eran como sus portavoces, anulaban su personalidad. Con esa pretensión de control absoluto y de superprotección hacían pasar una notable vergüenza a su chico, molesto por el riguroso cerco al que estaba sometido.

Le llevaban en coche al fútbol, porque no iban a dejarle ir solo, con la bolsa de deporte, “tal como está el mundo”. Le insistían en que se abrigara, le corregían continuamente, le planificaban el descanso, le recordaban todo. Juan tenía  y tiene 14 años.

Su padre se empeñaba incluso en que le tenían que gustar las rimas de Bécquer y la música de Vivaldi, porque “esos cantantes modernos lo único que hacen es pegar berridos”. Era todo un intento de meter a presión en un molde su forma de ser y sus aficiones.

Con planteamientos así no se puede pretender que el chico llegue a ser alguien responsable. Hay que educarle en libertad, con una vigilancia atenta, pero es imprescindible mantener un poco las distancias. Si no, le será difícil llegar a entender –y es importante– que él mismo es quien debe estar interesado en estudiar y encontrar el modo de hacerlo lo mejor posible.

No es difícil sustituir ese cerco de controles por motivaciones más positivas: en vez de prohibirle la televisión, por ejemplo, acordar con él un resultado concreto en el estudio. En vez de privarle de algo, sin más, hacerle ver que debe ser generoso y compartirlo con su hermano. En vez de afear su mala conducta, elogiar la que ha sido buena –que la habrá– y decirle que estamos seguros de que puede ser así siempre.

Interesa dejar un amplio margen a su iniciativa personal. No podemos pretender que tenga el mismo modo de organizarse o de estudiar que tuvimos nosotros.

Es el espacio sideral necesario e imprescindible para poder aprender. Simple verdad… pues atentos… y “si tropieza y no cae, adelanta terreno”.

Hoy no me encuentro

Hoy estoy que no estoy.

Rueda por mi cuerpo un hormigueo y me siento mas hormiga que de costumbre.

Hoy desperté con la luz y la sangre escarchadas. Mis ojos no fijan una imagen sino que vagan despistados por el espacio.

Mis pulmones no respiran y el aire emerge entrecortado en un ambiente que molesta por la lentitud de las horas.

Hoy quisiera que pasara en un suspiro y no sentir los minutos, despertar y ser otro dial impido y fraterno.

A veces, pienso que los días son iguales: las mismas rutinas, los mismos paisajes, idénticas caras, mellizos sentimientos… Todo plano para el animal de costumbres que yace en el interior de mis cavernas.

Sin embargo, hoy me falta valentía para salir al campo de batalla.

No deseo muertos en mis pupilas, no aspiro al llanto de mi corazón aunque éste se haya levantado con la lluvia en sus lindes y las cicatrices se pueblen de lágrimas sin consuelo.

Hoy no soy sino espectro de mi propia angustia.

Hoy, siempre hoy, único y real hoy, hoy no hay después, sólo el reloj de arena que marca lento y pertinaz, si al menos tu hoy se salvara, el mío tendría menos cicatrices.

Vuela lo más alto que puedas, el universo es tuyo, y el cielo te espera.

Besos: mama.

La Navidad y los mercaderes del siglo XXI

Hace unos días, me reunía conmigo para preparar mi artículo sobre la navidad 2005, en mi línea, un artículo que describía las emociones y pensamientos evocadores de buenos deseos para todos. Y desde esta magnífica tribuna de onda cero, a todas nuestras gentes de aquí y de allá, les envío, mi más sincera felicitación, agradeciendo a la vez la escucha y la deferencia, hacía este recreo, un año más.

Pero no quisiera dejar pasar este encuentro navideño, sin hacer, también en mi línea de respeto y tolerancia, unas reflexiones críticas, acerca de lo que hoy es la navidad, a la vista de una sociedad, que todos hemos creado en nuestro día a día. Una sociedad, donde se advierten:

• Frío en las relaciones humanas.
• Cálculo matemático, en los pensamientos.
• Y máximo interés en los negocios.

Los mercaderes occidentales de la Europa Moderna reniegan de su pasado cristiano, utilizan la navidad, para vender toneladas de hipocresía, porque digo yo: ¿Para qué se celebra el nacimiento de Jesús realmente? ¿Para mantener un negocio monumental? ¿Para sentarnos entorno a una mesa, repleta de manjares y desamor? ¿Para mostrar a papa Noel, personaje moderno donde les haya, que se ha colado en nuestras casas, y se ha subido a las barbas de nuestros tradicionales y queridos magos de oriente? ¿Por qué les seguimos el juego a los mercaderes del siglo XXI?, que además de enriquecerse con nosotros, nos atiborran de chirimbolos y cachivaches, como para decir a nuestros niños “Mirad muchachos, en el futuro no tendréis que pensar, porque pensar está chungo, lo único que tenéis que hacer es, apretar un botón, enchufar un cable, habilitar un espacio, y… ahí los tenemos, aprendiendo a utilizar los videos-juegos, que incluyen una buena dosis de agresividad, y donde los rifles, los aviones antimisiles, y los tanques destripa enemigos, les sirven para iniciar una guerra continua, que les lleva a competir con su hermano ahora, pero después, para situarse convenientemente y servir al dios del poder y del dinero.

Quien os ha escrito este recreo de hoy, no es una fanática de la religión, ni una extremista política, soy sencillamente, una persona normal, que piensa en lo que podía ser nuestra navidad 2005, sin esos mercaderes del siglo XXI, a los que les hemos quitado de un plumazo, sus consolidados negocios, al abrigo del gran papa estado, cuyos representantes, públicos, deberían velar un poco más por la bondad de sus amados contribuyentes.