La unidad por la cultura

“Hay espíritus para los cuales ciertas imágenes conservan un halo de privilegio que no caduca”. De Carmen Cazurro a Godofredo Garabito

Hoy, pretendo rendir un merecido homenaje, desde mi RECREO, a dos figuras insignes de las letras vallisoletanas que despiertan en mí, de igual manera, admiración y orgullo por la amistad que nos une, y sobre todo, porque los dos son el claro exponente de lo que supone la unión de culturas igualitarias.

Al aire de su aire vuela desde sus Montes Torozos, trazando en el espacio una autopista, que le conduce hasta una parte de su Valladolid del alma que transcurre en Puerto Rico; allá donde Colón marcó el camino de ida, y donde Carmen Cazurro, entre letras, lenguaje y poesía, trata de establecer un puente eterno que recorre sin detenerse a repostar. “La nieta del alcalde, como le gusta decir a Godofredo, ha sabido conjugar como nadie, el dolor de una España cruel, difícil y vertical, en los albores de la tragedia sobrevenida en la persona de su abuelo, con otra España límpida, próspera y culta, colmada de sonetos “De amor en azul”, que Godofredo escribiera un día, para ser cuidadosamente recogidos en la revista literaria “Brisas”, que ella fundara en 1996, y que actualmente dirige desde su cátedra de Puerto Rico.

Como corolario afectivo de lo antedicho, dejadme recordad aquí, a la insigne figura de Antonio García Quintana, alcalde de Valladolid, padre de Teresa y abuelo de Carmen, porque ALLÁ donde se encuentre, se escucha una sinfonía perfecta, entre su legado y la actualidad más añorada por él: LA UNIDAD POR LA CULTURA.

 

Justa Cañibano Palmero.

Comentario leído por su autora en “Onda Cero Radio Valladolid”,

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