Siendo consciente de que lo obvio es, muchas veces, lo más difícil para ser tratado teóricamente, me propongo en este recreo de hoy, decir algo respecto a nuestros estudiantes. Álvaro D’ ors, en un breve pero intenso libro, titulado “cartas a un joven estudiante”, afirma rotundamente, con ideas arrancadas de la experiencia de una vida dedicada a la enseñanza, que “todos podemos dar un paso y luego otro, y luego otro, y así es como se alcanzan las cumbres, por altas que sean. Hay que perseverar, y no darse por vencido a la primera dificultad”. Sencillas palabras y sencillo consejo. La perseverancia es una virtud que no está de moda. Pero yo pregunto, ¿Hay alguna virtud que lo esté? Este es el valioso secreto, que todo estudiante debe descubrir, si quiere funcionar en el estudio.
Muchas veces, pensamos y actuamos con el ciego convencimiento de que el esfuerzo es algo negativo e incluso, hay una cierta desconsideración social hacia aquellas personas estudiantes, en nuestro caso, que son muy trabajadoras, pero desgraciadamente poco inteligentes. Y en el no tan íntimo rincón de nuestro corazón pensamos “pobrecillos, cuanto se esfuerzan”. Esta mirada de pena viene además avalada desde todos los ángulos, padres, profesores y alumnos, por no hablar primos, tíos, abuelos…etc.
No estaría de más, que nos intentásemos concienciar todos, padres, profesores y alumnos, de que el esfuerzo y la perseverancia, es una virtud positiva, y tan estupenda, que sin ella un estudiante nunca será tal. En todo caso, será un estudiante más que se debata entre el aprobado ramplón y el suspenso “inmerecido”. Después pasa lo que pasa, decaimientos, frustraciones, llantos, el no puedo más, eso me supera, es imposible, soy un desastre…etc.
Una educación en el esfuerzo, y una valoración real de él, quizá sea la asignatura pendiente de los que nos movemos en este mundo del que hacer educativo, que por otra parte, a todos nos afecta directa o indirectamente. Hemos de convencernos de verdad, que el esfuerzo y la perseverancia en el estudio, es el secreto que todo estudiante, deberá encontrar si quiere educarse verdaderamente.
Por último, no debemos olvidar, como decía el más grande poeta alemán, que nuestra juventud prefiere ser estimulada a ser instruida. Ojalá, estimulemos a nuestros jóvenes, alumnos e hijos, en este secreto. Todos, absolutamente todos saldremos ganando.