Sálvame de las distancias largas porque pierdo el horizonte.
Acércate en corto que quiero mirarte de largo y, así, ver la noche vestida de aurora en tus ojos.
No me digas nada, no hace falta. Tus silencios me hablan de un blues al caer la tarde cuando la cosecha ya está hecha y tus manos permanecen vacías.
Déjame que te sienta a mi lado a pesar de estar tan lejos; a veces creo que respiras en mis pulmones acolchados en vientos de verano.Hay días, cuando la luz se apaga, que tú estás en algún lugar iluminando mi desconsuelo, anidando como un polluelo siempre en mi corazón y, éste, latiendo por las dos.